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La lucha contra las enfermedades raras gana impulso

FUNDACIÓN MARCELINO BOTÍN • dic 21, 2019

A día de hoy, la única forma de diagnosticar inequívocamente los pacientes con GRINpatías es a través de un estudio genético”, subraya Xavier Altafaj. El objetivo es determinar el impacto de estas mutaciones en el funcionamiento de los receptores para que, en caso que sea posible, se pueda administrar un tratamiento adecuado a los pacientes. Actualmente tienen 60 casos en lista de espera

"Otra de las prioridades de la investigación en enfermedades raras es el diagnóstico. A causa de su baja prevalencia, son poco conocidas por los profesionales sanitarios, y a menudo el primer diagnóstico es incorrecto. Eso retrasa el tratamiento, algo que, en trastornos graves, degenerativos o que afecten al desarrollo puede ser muy perjudicial. Afortunadamente, en los últimos años el diagnóstico molecular ha permitido acelerar significativamente este proceso, e incluso descubrir la causa de trastornos antes desconocidos.

Ese es precisamente el caso de las GRINpatías, un conjunto de enfermedades que afectan al desarrollo del cerebro. Están causadas por mutaciones de los siete genes de la familia GRIN, que codifican un grupo de receptores neuronales: los receptores de glutamato de tipo NMDA. Estos receptores captan las señales que transmiten las neuronas mediante el neurotransmisor glutamato, y  participan en la memoria, el aprendizaje y la formación de redes neuronales durante el desarrollo del cerebro.

“Las manifestaciones clínicas de las GRINpatías pueden ser muy variables, dependiendo del gen mutado y de la región codificante que esté alterada”, explica Xavier Altafaj, investigador principal en la Unidad de Neurofarmacología del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL). En general, los pacientes presentan discapacidad intelectual, desde muy leve hasta severa,  alteraciones del movimiento, déficits de comunicación y una elevada incidencia de epilepsia.

La variabilidad de los síntomas ha hecho que, a menudo, las GRINpatías se hayan clasificado como otras patologías. No fue hasta 2010 que por primera vez se asociaron mutaciones en los genes GRIN2A y GRIN2B con alteraciones del desarrollo.

“Hubo que esperar hasta 2016 a que la acumulación de datos demostrara una elevadísima correlación entre las mutaciones de genes GRIN y un patrón de herencia dominante que causaba afectación del neurodesarrollo”, relata Altafaj. Por ahora no se sabe a cuántas personas podrían afectar, ya que la mayoría no están diagnosticadas. En el mundo hay documentados 500 casos, pero solo en Europa podría haber 10.000 casos de pacientes con GRINpatías que aún no están diagnosticados.

“A día de hoy, la única forma de diagnosticar inequívocamente los pacientes con GRINpatías es a través de un estudio genético”, subraya Xavier Altafaj. Su equipo ha puesto en marcha una plataforma de diagnóstico molecular y computacional en colaboración con los Dres. David Soto, de la Universidad de Barcelona (UB), y Mireia Olivella, de la Universidad Pompeu Fabra (ESCI-UPF), para analizar de forma personalizada las mutaciones GRIN de los pacientes. El objetivo es determinar el impacto de estas mutaciones en el funcionamiento de los receptores para que, en caso que sea posible, se pueda administrar un tratamiento adecuado a los  pacientes. Actualmente tienen 60 casos en lista de espera, y están desarrollando un algoritmo predictivo que permita realizar el diagnóstico molecular con la ayuda de herramientas bioinformáticas, un método mucho más rápido que el actual, que precisa de
análisis en el laboratorio. 

Además, están ensayando una terapia nutracéutica que podría paliar la enfermedad en ciertos casos en que la mutación reduce la función del receptor NMDA afectado. La estrategia consiste en administrar L-serina, “un aminoácido que ingerimos en la dieta de forma natural, que no presenta efectos secundarios y que se ha utilizado en el caso de otras patologías pediátricas”, explica Altafaj. La L-serina es el precursor de la D-serina, un coactivador natural de los receptores NMDA. Con niveles altos de D-serina en el cerebro, los receptores mutados, que tienen menor capacidad funcional, pueden activarse con mayor frecuencia, lo que potencialmente puede mitigar las consecuencias de este tipo de mutaciones.

En un estudio piloto en colaboración con la Dra. Àngels García Cazorla, neuróloga del Hospital Sant Joan de Déu, han administrado suplementos de L-serina en la dieta de una paciente de siete años con una GRINpatía. “Ha tenido resultados muy esperanzadores. Antes del tratamiento, la paciente era muy irritable, se comunicaba muy poco con el mundo exterior y tenía un control motor muy limitado.

Después del tratamiento, que empezó hace dos años, la pequeña está menos irritable y mucho más conectada con el mundo exterior. Los cambios han sido muy evidentes también a nivel motor. Tras nueve meses de tratamiento, ya era capaz de andar con ayuda de un deambulador y su motricidad fina había mejorado de forma significativa”, relata Xavier Altafaj.

Los investigadores están estudiando ahora la estrategia en un grupo de 30 pacientes con GRINpatías, en un ensayo que podría proporcionar resultados clínicos este mismo año. “Si son positivos, ampliaremos el estudio clínico y reclutaremos pacientes de toda la Unión Europea”, añade Altafaj.

“El panorama de la investigación en las enfermedades raras ha cambiado radicalmente en los últimos cuatro o cinco años”, afirma Juan Luque. “Hay muchísimos proyectos en marcha. Hay fondos de inversión y empresas dedicados a este campo. Las asociaciones de pacientes están muy implicadas. Antes una enfermedad rara era ‘rara’ porque nadie desarrollaba terapias para tratarla. Eso ahora ya no es así. Si las cosas se hacen bien, se puede llegar incluso a sacar adelante una terapia personalizada”, concluye."

29 abr, 2023
La Asociación Española de Grinpatias ha vuelto a superarse, reuniendo 40.000 euros “que se destinarán a la investigación” de esta enfermadad rara. Así lo apuntaba el presidente saliente, el vecino de Negreira Andrés Domínguez cuya hija, Julia, ha contribuido a visibilizar la dolencia y a luchar por los derechos de los pacientes. Esta cantidad se suma a las reunidas durante los cuatro primeros años de vida de la entidad, hasta alcanzar los 109.000 €, tal como se confirmó tras la asamblea en el Pazo de Mariñán, cedido por la Diputación coruñesa, y en la que fue elegido como nuevo responsable Francisco Javier González. Domínguez: “Son 156 los socios, y en Galicia hay cuatro afectados” Andrés Domínguez fue uno de los impulsores de la Asociación Española de GRINpatías, y presidente hasta la asamblea de este fin de semana. Recuerda que actualmente suman 156 socios, “con 53 familias en las que algún miembros sufre la enfermedad, y con 4 afectados en Galicia”. Destaca que fueron 109.000 los euros reunidos durante estos años “a través de eventos y donaciones”... Y buena parte de estos fondos han salido directamente de su sudor. Como atleta amateur, Domínguez ha participado en un buen número de competiciones, la mayoría vistiendo la camiseta del Club de Triatlon Cervecería O Cotón de Negreira, poniendo así su esfuerzo a disposición de las personas que quisieran donar fondos, pero también colaborando con iniciativas como el reciente Duatlon da Baña, que supuso una recaudación de 2.970 € entre donativos e inscripciones. En su presidencia se nombró socio de honor al catedrático de Medicina Legal, y autoridad en genética, Anxo Carracedo. Las grinpatías son un conjunto de enfermedades raras debidas a mutaciones patogénicas que se producen en alguno de los genes denominados GRIN (GRIN1, 2A, 2B, 2C, 2D, 3A o 3B). Las proteínas GRIN son las que conforman el receptor NMDA del glutamato, un neuroreceptor crucial para la memoria y el aprendizaje, y dichas mutaciones se han detectado en niños y adolescentes a través de pruebas genéticas existentes desde hace pocos años. Los efectos visibles varían en cada caso, incluyendo en mayor o menor medida: dificultad o imposibilidad para andar, masticar o tragar; retraso cognitivo, autismo (TEA) o epilepsia, entre otros, y a día de hoy no existe una cura, pero sí terapias que pueden ayudar a paliar efectos, así como tratamientos experimentales en desarrollo. Precisamente, una de las autoridades mundiales en la investigación, y que recibió el cheque de manos de Domínguez, es el doctor Xavi Altafaj. Reputado investigador, intervino en las jornadas y su laboratorio estudia las enfermedades causadas por alteraciones de los receptores NMDA. Concretamente, esos estudios se centran en descifrar los mecanismos neuronales que se ven afectados por mutaciones en los genes GRIN que causan Grinpatías. Y para entender las causas de esta enfermedad, se han desarrollado modelos celulares y animales, con lo que además se podrán evaluar terapias personalizadas para los pequeños, todo ello con el respaldo del Hospital Clinic Barcelona. Su intervención llevó por título Explorando nuevos compuestos para tratar Grinpatías. CHARLAS Además de Juan Carrión, el presidente de Feder, intervinieron en estas Jornadas de Familias Sandra Silva, con una Introducción a la genética; así como las doctoras Catarina Allegue, con Terapias avanzadas y Edición Genómica; Mireia Olivella, con Métodos computacionales para estratificar las variantes GRIN; Silvia Locubiche, El pez cebra como modelo para estudiar las GRINpatías; Natalia Juliá, que expuso el Ensayo clínico con L-Serina, y Ángels Gª Cazorla, que trajo a Galicia su ponencia Escala GRIN. En cuanto a la segunda jornada, se llevó a buen puerto una asamblea de la asociación en la que el letrado Miguel Gómez Domínguez desmenuzó la Ley Cume y patrimonio protegido. Se trata de una norma en la que se incluye el subsidio que compensa la pérdida de ingresos que sufren los trabajadores progenitores, adoptantes o acogedores, que rezxducen su jornada de trabajo y su salario para cuidar de manera directa, continua y permanente el menor a su cargo, afectado por cáncer u otra enfermedad grave. Según Domínguez, esta prestación sigue siendo el caballo de batalla de algunos socios, “que tienen que acudir a la Justicia porque muchas mutuas la deniegan”. Esta noticia está extraída de elcorreogallego.es
14 nov, 2022
Las Grinpatías, conjunto de enfermedades raras debidas a mutaciones patogénicas que se producen en algunos de los genes denominados GRIN y cuyos efectos visibles varían en cada caso, incluyendo hipotonía muscular, retraso cognitivo, trastornos del espectro autista o epilepsia, son protagonistas del Lets Art! Festival de Porto Pi de la mano del artista EMEA. Dicho artista ha realizado un mural con el que quiere dar visibilidad a la Asociación Española de Grinpatías, que reúne a familias de pacientes, niños y niñas y adolescentes, que tienen una enfermedad muy poco frecuente e infradiagnosticada. Con su obra, EMEA quiere ofrecer las distintas percepciones que un observador puede tener de las enfermedades raras, dependiendo de su perspectiva personal, de la perspectiva social (conformada por la información de que dispone) y de la misma condición de las personas afectadas, que varía enormemente de un caso a otro. Todo ello reconociendo al sujeto afectado como persona, no como enfermo. Por un futuro de esperanza La implicación de EMEA con esta enfermedad es especialmente cercana, ya que un familiar directo la sufre, por lo que conoce de primera mano el esfuerzo que las familias de estos niños tienen que hacer a diario para ofrecerles un futuro de esperanza, especialmente por la falta de medios para investigar y avanzar hacia una medicina personalizada. EMEA es un artista visual mallorquín que trabaja sobre el paisaje urbano inspirándose en los diferentes elementos residuales y marginales de su cotidianeidad. A partir de diferentes influencias underground, como el graffiti, el cómic o la autoedición, propone escenarios invisibilizados como parte de nuestro paisaje y muestra la relación con el entorno de los elementos cotidianos. Noticia original en diariodemallorca.es
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